BERNA.- La población suiza aprobó por ajustada mayoría una iniciativa para restringir el ingreso de inmigrantes al país. La propuesta del Partido Popular Suizo (SVP) fue votada positivamente por el 50.3%.
Durante los últimos días los analistas habían hablado de la división social en torno a la propuesta. El gobierno, los partidos y empresarios llevaban semanas oponiéndose a una iniciativa que consideran dañina. Sin embargo, la propuesta se impuso por un margen estrechísimo.
Los defensores de la restricción consideran que la alta inmigración ha sobrecargado la infraestructura suiza y encarecido los alquileres, y también perjudicado a la población suiza en el mercado de trabajo. Ahora, el gobierno deberá poner en marcha una ley que lo regule en los próximos tres años.
Sólo se permitirá en el futuro una inmigración regulada por contingentes. Por el momento no hay cifras concretas sobre los límites que se impondrán, pero cada cantón tendrá que poner una cuota máxima de inmigrantes -desde académicos hasta solicitantes de asilo- considerando “los intereses de la economía general” del país.
Berna tendrá que renegociar el tratado firmado con la Unión Europea en 1999 en el que se compromete a permitir la libertad de movimiento en ese territorio. Sin embargo, el acuerdo no puede ser anulado unilateralmente, por lo que Suiza tendrá que negociar el acuerdo con la UE. Ello supone que podrían peligrar los convenios que reconoce el derecho de los suizos a trabajar y vivir libremente en la UE pero también el acceso privilegiado de Suiza al mercado interno europeo.
El presidente suizo, Didier Burkhalter, recordó que la colaboración con la UE ha contribuido en gran medida al bienestar en Suiza. Agregó que espera alcanzar un acuerdo con la UE y aseveró que no pretende cambiar sus relaciones de base con Bruselas. (DPA)
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